Esta técnica fue creada inicialmente por Connirae y Steve Andreas, y posteriormente perfeccionada por Danie Beaulieu. Consiste en el procesamiento de nuestros recuerdos traumáticos, mediante diferentes movimientos de los ojos, lo que ocasiona un desbloqueo neurobiológico de una  forma eficaz y rápida.

 

Se caracteriza por la autosanación, que se realiza a medida de cada dificultad personal, basándose en el sistema homeostático interno.

 

Utiliza los movimientos oculares directamente ligados al funcionamiento del cerebro, para llegar al inconsciente del paciente. De esto modo sirven de intermediarios para reactivar los recursos multisensoriales que han sido cortocircuitados a consecuencia de una situación difícil.

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Se usa en los siguientes casos: abandonos, abusos, maltratos, violaciones, rupturas, etc.